Una vez más deseo morir, no soporto la realidad. Vivo enojado de mi origen, de mi existencia y de la mentira disfrazada de verdad. Estoy enojado desde hace años, es un martirio lidiar con eso todos los días. Estoy cansado de mostrar mi otra cara ante los demás. Soy hipócrita con todo el mundo como lo han sido conmigo.
La batalla con mi lucha interna ha destruido a mis seres cercanos, te he lastimado y has llorado por mi culpa. Pero quien me comprende, sabe que estoy solo. Anhelaba estar lejos, en soledad, destruyendo lo poco que queda de mí sin afectar a terceros. Culpo a mis progenitores por haberme traído a este mundo sin alguna consulta.
Cuando conocí a mi padre biológico y me dijo que era inocente, solo por el hecho de desconocer mi existencia por más de una década; sentí una infinita rabia. En mi mente, repetía incansablemente, que no era posible; el único inocente era yo. Fui producto de un embarazo no deseado, de un encuentro fugaz, una casualidad de la aleatoriedad de la vida.
Algún día me arrepentiré por mis acciones y por el daño que trae consigo las decisiones erróneas, pero mientras ese tiempo llegue, jamás estaré contento con mi vida. No pedí experimentar todas las cosas que me ha tocado superar. No me siento cómodo en ningún lugar. No me siento aceptado en ninguna de las familias que la vida me regaló. No sé hasta qué punto expresado en edad podré lidiar con mis crisis existenciales, pero he decidido invitar a la muerte por la curiosidad del hubiese. ¿Qué hubiese sucedido si no hubiera tenido una muerte prematura? ¿O al menos hubiese descubierto mi propósito de vida? Cada mañana, al despertar, me autoconvencía que mi anhelado propósito de mi vida era descubrirlo cada día. Así avanzaba el tiempo en mi insignificante mundo. Era un bucle sin fin. Una burbuja que estalló.
Si lees esto, es porque ya no existo en tu realidad. Ya es tarde. Mi tiempo se ha detenido.
¿Qué quiero para ti?
Deseo con el corazón que no tengas limitaciones, no quiero cortarte las alas y que en un futuro me digas; — me quedé contigo porque no tuve la oportunidad de explorar nuevas relaciones—. Quiero que descubras que hay muchos con la capacidad de amar, quizás no de la forma que yo lo hice, cada quien ama a su manera. Quiero que te sientas satisfecha, no quisiera que lo compares conmigo, no quisiera interferir si encuentras felicidad. Quiero que intentes amar a nuevos amores y tengas el permiso de partir a nuevas aventuras. Quiero que sigas con tu carrera, con tus estudios, con tus metas y nuestros proyectos, aunque ya no esté contigo. Aún eres joven, dentro de 10 años no podrás disfrutar de la juventud que posees; por eso y aunque me duele, creo que necesitas libertad. Quiero que sepas si el destino anhela vernos juntos, encantado estaré esperándote. No te quiero perder, pero tampoco puedo retenerte.
Nunca imaginé enamorarme de ti cuando te vi por primera vez. Ahora, me llevo tu sonrisa cuando me dijiste “I see you” por última vez, despidiéndote al salir del cuarto. Ojalá hubiese podido decir adiós.
Sinceramente tuyo, Ethan.
PD: Perdón por ponerle fin a nuestro compromiso de este modo, pero era la única forma de cumplir con el contrato; “hasta que la muerte nos separe”.
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