Un amanecer distinto
es cada vez más probable.
Una mañana oscura
se acerca desenfrenada,
desde el horizonte puedo observarla
con miles de sonidos aglutinante.
Hace pocos días,
un alma abandonó su hogar
ante las múltiples injusticias del mundo.
Con el megáfono activo
fue portavoz de la paz por doquier.
Por varios días no regresó a casa.
Una madre con el corazón partío
agonizaba en su mente,
dolor y decepción,
tan solo eran minúsculos.
Aquella alma lloró
incansablemente tras su regreso.
Un auto color negro esperaba por ella.
Alzaba su taxón
como aviso de preocupación.
Alma y esperanza,
esta vez no tuvieron cita.
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